Puedo contarte acerca de las miles de historias que aún nos quedan por vivir.

Si quieres, si me dejas puedo hacer que tu vida cobre sentido en tan solo un segundo.

Déjame amarte, siente mi aliento y haz que forme parte de tu universo.

Toma mi mano y siéntete desvanecer por los sentidos de este loco amor.

Que ambos escribimos sobre lo mismo, sobre el universo, sobre el firmamento que sería capaz de hacerte soñar por tan solo uno de tus besos.

Esto no es solo uno de nuestros pasatiempos.

Dime que quieres hacerme la mujer mas feliz del mundo y te darás cuenta de que hacía tiempo que yo era tu sonrisa.

No trates de hacerte el sordo que esto hace tiempo que estaba sentenciado.

Ahora no vayamos con el cuento de que los besos en otras bocas saben mejores, que los dos lo hemos probado todo, que cada vez que mi mente evoca un paraíso, solo te evoca a ti.

Hace tiempo que dejamos de ser tontos enamorados para convertirnos en tontos irrefrenables.

Tu vida está conmigo, y lo sabes tan bien como yo sé cuantos lunares tiene tu espalda.

Que los dos tenemos ese brillo de mirada, y esa soltura en las palabras.

No es que quiera convencerte así de que lo dejes todo y te vengas conmigo, no pido cosas que ya están predestinadas.

Solo estoy tratando de decirte que tú eres mi vida, que he tratado de hacerme oídos sordos y de hacer esto pasajero.

Pero mira que me hago la tonta para estar enamorada de tu vida.

Que lo dejes todo.

Que me escuches.

Que nuestra vida fue creada para pasarla junta.

Abandona.

Efímero.

La vida es un ir y venir de gente.

Hay personas que pasan, inadvertidos, otros que guardan un pedazo de nuestro corazón para el resto de nuestros días.

Pero, ¿cómo sabemos quien se quedará para siempre?

Irremediablemente todos nos iremos.

Gente que nos abandona, nos arroja a un lado como si fuésemos basura y ese trocito de corazón que se había quedado se pierde por culpa de los descuidos.

Gente que desaparece de este mundo, repentinamente, de una enfermedad, con los años...

Pero de una manera o de otra, nadie es eterno, todos somos esclavos del tiempo, prisioneros del destino.

¿Cómo diferenciar una persona que hará mella en nuestro interior?

Nadie sabe quien realmente merece la pena como para regalar no solo un pedacito, si no entregarse al máximo, dar la vida, el alma, tu tiempo.

¿Como sería el mundo una vez olvidados los resentimientos?

Puede que haya un lugar en el mundo donde todos nos sintiésemos excepcionalmente felices.

No sería algo permanente, simplemente un espejismo, mejor, sería un sueño, de esos que no sabes si realmente ocurrieron o forman y formarán parte de tu imaginación.

Hagamos un trato, tú me dejas participar en mi propio sueño y yo desaparezco de tu vida.

Lentamente, bajamos la mirada.
Las palabras quedaron congeladas en tu punto y final.
En tan solo un instante, todos nuestros sueños quedaron impregnados de un amanecer.
Y frente a frente no tienes motivos para hacerme desaparecer.
Es simplemente tu modo de querer, esa fría manera de apoderarse del universo y no dejar ni un solo oasis de paz.
Lo tomas todo, te crees el dueño de incluso las cosas más insignificantes que tú mismo hiciste desaparecer.
Y aún así aunque me haya repetido a mi misma millones de veces que esta sería la última vez, que tus palabras no volverían a hacer mella en mi interior, vuelves a mí, y aprovechas el mínimo segundo de debilidad para hacerme estremecer.
Soy una puta drogadicta y tú eres mi camello.

Trató de buscar una sola razón por la que la vida mereciese la pena pero lo único que lograba ver no era más que sufrimiento y promesas de futuro que nadie llegaría nunca a cumplir.

Se metió en la bañera completamente desnuda, estaba fría, podía sentir todas sus terminaciones estremecerse ante el contacto del agua con su piel.

El agua tan helada le hacía no recordar, al menos no con la misma intensidad, toda su vida, toda la serie de errores que había cometido, a eso podía quedar su vida resumida.

Las inumerables palizas que había recibido de su padre, la muerte de su madre, sus intentos de suicidio, y cuando por fin parecía que todo empezaba a salir bien, Alberto le abandonaba, como todas las personas que habían pasado por su vida.

Se sumergió completamente en el agua de la bañera para no pensar en ello.

Notaba como el agua entraba en sus pulmones como poco a poco todo se desvanecía, desaparecía.

Trató de recordar algo por lo que mereciese la pena salir pero no logro encontrar ninguna.

A pesar de todo ¿quien decide el futuro?

¿Sera cierto eso de el destino?

Puede que simplemente haya llegado el momento de dejar de hacer preguntas. La gente vive demasiado preocupado por todo, sin pausas, sin pararse un momento a decir "te quiero".

Basta de preguntas.

Vivir el día a día simplemente aceptando que mañana será probablemente igual de monótono y excitante como fue el de ayer.

Hay gente que trata de ir llegando al siguiente día, sin preocuparse de quien esta ahí en nuestro ir y venir, pensando en la vida como simplemente una antesala hacia la muerte.

¿No sería mejor disfrutar de los días que quedan, anticiparte a las jodidas patadas que dará la vida, ir mas alla, decir "te amo"?

Vaya, dijimos no mas preguntas.