miércoles, 21 de abril de 2010

Déjame mirarte a los ojos lentamente.

Segundo a segundo.

Latido a latido.

Que en tu vida yo fui la primera, y los dos nos quedamos mudos de asombro al comprobar el sueño y caricias que nos tiene reservada la vida.

Que conozco cada una de tus emociones.

Imagínate que vamos sobrevolando un inmenso cielo azul lleno de estrellas, codo con codo.

Abrázame.

Deja que encaje mi barbilla en el sitio exacto en el que lleva encajando toda una vida, al oeste de tu pecho, un poquito más abajo sobre tu clavícula.

Podemos, solo si quieres claro, componer juntos la melodía que dará paso a nuestro futuro.

Conozco todos los secretos que me has ocultado, incluso ni los que tú todavía no sabes.

Tenemos una vida y un pasado por detrás de nosotros.

No finjamos que lo nuestro fue amor de idilio, que nos quisimos en el momento en el que nos conocimos.

Hemos pasado por momentos que nos han echo dudar de nuestro propio nombre.

Vamos a recorrer el camino de nuestras inquietudes.

Cómplices del mundo iremos pasito a pasito recordando cada significante segundo que hemos pasado juntos.

Rememoremos nuestras pasadas risas, todos los abrazos, el primer beso.Tenemos que recorrer incluso las lágrimas que los dos hemos derramado; porque no quiero que se nos escape ningún momento.

Que todos los que he pasado junto a ti forman parte de un paraíso presente.

Olvidémonos del mundo que no nos hace más que daño.

Que para ser feliz no necesito más que tus brazos alrededor de mi cintura, el aroma de tu piel y tus labios explorando nuevas rutas a través de mi cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario