sábado, 23 de enero de 2010

Conozco cada pequeña cicatriz que se adhiere a tu cuerpo.
Tus lunares no guardan secreto para mí.
Sé exactamente donde tengo que tocar para hacerte estremecer.
La línea de frustración que se dibuja en tu rostro cuando algo no sale como esperabas.
Podría reproducir exactamente el sonido de tu risa.
Sé cuando te empiezas a enfadar por el cambio en el sonido de tu voz.
Cuando estas nervioso, o como manifiestas tu felicidad.
Tus ojos no guardan ningún secreto para los mios.
Y aún así, cualquier pequeño instante justo a ti es un sentimiento nuevo, porque nos quedan millones de secretos que compartir, y que solo tú y yo conoceremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario