jueves, 14 de enero de 2010

Tus labios acarician mi piel, suavemente, poco a poco.
Lentamente vas bajando hasta mi cuello, donde me gustaría que te quedaras para siempre.
Siento tu respiración sobre mi oreja, y creeme, esto es mas de lo que alguna vez aspiré a sentir.
Mi corazón desbocado trata de hacerte sentir toda la pasión que contiene, estoy en llamas.
Ojala me pudiera quedar para siempre así, enredarme en tus sabanas, sentir tu aroma.
Mis manos se enredan en tu pelo, no puedo dejar de mirarte.
¿Te das cuenta de lo que me haces sentir?

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