domingo, 17 de enero de 2010

-No quiero que te mueras- alzó la voz
Las lagrimas inundaban sus ojos, se sentía vacío, se sentía solo, y sabía que solo tenia que alargar la mano para sentir su cuerpo menudo a su lado.
Pero no, sabía que pronto dejaría de sentir su cuerpo
-No estés triste, no... no llores por favor, sabes que no soporto verte llorar-su voz se oía tan débil, era un breve resquicio de lo que antes había sido.
-¿Qué haré en un mundo donde no estés tú?-
-Joder, Sandra es que acaso no te das cuenta de que no voy a poder sobrevivir sin ti?- no me dejes por favor, no me dejes.


Silencio.

-¿Sandra?-
Se dió cuenta demasiado tarde de que estaba enamorado de ella, tardó demasiado en atreverse a comenzar algo con ella aún cuando sabía que ambos lo estaban deseando, fue demasiado tarde cuando descubrió que que tenia leucemia y ahora es demasiado tarde para tratar de salvarla.


No hay comentarios:

Publicar un comentario