viernes, 12 de febrero de 2010

Amanecí en sus brazos, hacia tanto tiempo que no me sentía así que la sorpresa me golpeó durante en lo más profundo de mi alma.
Hacía tanto tiempo que no amanecíamos juntos, y mucho menos, abrazados, que tenía miedo de abrir los ojos y darme cuenta de que todo no estaba siendo más que un sueño.
Además, esta noche no recordaba haber soñado con Silvia. ¿Iba realmente la felicidad a llamar por fin a su puerta? Lenta, muy lentamente abrí los ojos. Sí, allí estaba él, observándome con esos ojos tan marrones que desde el primer día hicieron estremecer mi corazón
-Buenos días dormilona- Dijo distraidamente mientras me ceñía mas aún contra su pecho.
¿Siempre había sido su voz tan perfecta? Era como una descarga eléctrica que hacía estremecerse hasta la última terminación nerviosa.
El simple echo de parpadear y perderme durante una milésima de segundo su rostro, observandome con esa preocupación con la que me había estado observando durante todo este tiempo, había sido muy egoísta y lo sabía, había estado pensando solo en mí sin pensar que él también había perdido a Laurita.
-Siento todo lo que ha pasado durante estas dos semanas- Solté de sopetón- Tenía miedo y me encerré en mi misma. No pensé que tú podrías sacarme de toda esta puta mierda- Noté como mi voz comenzaba a temblar, todos los recuerdos de una vida anterior que ahora me parecía olvidada pugnaban por corromper con todo.
-Nadie puede acabar con esto mi amor, solo podemos apoyarnos el uno en el otro para que se haga un poquito más llevadero. La vida, la caprichosa vida, ha considerado oportuno hacer desaparecer de nuestras vidas la única esperanza que ardía en todo este hielo, y ahora no tenemos nada, no tenemos soporte ni motor que nos empuje a seguir adelante.
-Te equivocas, me tienes a mi Dani.- Casi grité, quería hacerme oír, que comprendiese de una vez por todas todo el amor que sentía por él.- Nunca te voy a dejar, y se, con absoluta certeza que tú tampoco harás. Olvidemos todas las malditas incertidumbres que tan solo hacen daño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario