miércoles, 3 de febrero de 2010

-Anoche la volví a soñar con ella, ya se que no es ninguna novedad, sueño practicamente con ella todas las noches. Pero está vez era diferente mamá. Normalmente me dice que no esté triste, que ella se encuentra bien, trata de reconfortarme como si hubiesemos cambiado los papeles y ahora la madre sea ella.- Me dijo Silvia cuando no hacía ni una semana que Laura había dejado de formar parte de nuestras vidas.- Pero, esta vez fue diferente, anoche la que estaba triste era ella, cuando le pregunté por qué me contestó que dentro de poco ibamos a estar las dos reunidas arriba. Y no te puedes imaginar como deseo estar con ella, las dos solas, recuperando todo el tiempo que perdimos cuando ella era una cría. Sin embargo sé que no puedo hacerle esto a Miguel, todos estais preocupados por mí, pero tendríais que ver el espectro en que se ha convertido él. Trata con todas sus fuerzas de hacerme sentir mejor, de sonreir, pero los dos sabemos que cualquier sonrisa esta fuera de lugar en esta casa. Laura ya no está con nosotros y tengo que hacer esto por él, porque si le dejamos solo en este mundo, si pierde a las dos mujeres de su vida... Miguel va a estar envuelto en una nube de desolación, tengo que hacerlo por él.

No le dije que su muerte sería incluso mejor para todos, no le dije que cada vez que fingía esa mueca que similaba una sonrisa, nos partía el corazón un poquito mas a todos.
Jamás le diré que si ella se iba nos mataria a todos.
Jamás le diré que hace tiempo que es la causa de nuestra muerte.

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