miércoles, 3 de febrero de 2010

-Te voy a contar una historia pequeña- Aurora, sostenía a Luna en su pecho, como si todavía fuese un bebe, a pesar de los 10 añitos que ya tenía.
-Genial, ya sabes que me encanta tus historias mami- dijo la niña con una de sus interminables sonrisas en el rostro.
-Bueno, pero está no es como las que te suelo contar, esta es algo triste, porque ya es hora de que sepas que no todo son los besos con sabor a leche y nesquick que te doy yo todas las mañanas- Contesta Aurora con voz seria.
-Veras Lunita, la otra noche iba caminando por la calle, tarde, muy tarde, a esas horas a las que tú nunca tienes que volver, cuando un chico, quizás mas mayor que tú fisicamente, pero el pobre, estaba echo un flan, comparado con lo valiente que eres tu siempre, se acercó a pedirme algo de dinero o algo de comida.
Sabes Luna, cuando tu padre decidió que ya estaba cansado y quiso ayudar a las nubes a hacer figuras, costó mucho salir de esa situación, sobre todo porque tú, cariño, acababas de nacer, y no veas lo que comías de pequeñita!
Bueno Luna, que nos vamos por las ramas, el caso es que, este niño, que por cierto, se llama Alif, no es de aquí, es de un país muy muy lejos, Marruecos, y sus padres no pudieron venir con él y mira cariño... he pensado que tal vez se podría venir a vivir con nosotras, ¿qué te parece?.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario